En el cotidiano ser, debemos estar siempre vinculando Nuestro saber hacer con nuestro sentir. Para, con y por los otros, desde lo propio. Este es el tipo de reflexión manifiesto, humano y semi urbano; urmano (de cerro). Lo que observo, siento y hago, lo comparto. Kaco Riveros Grospelier
6 jul 2011
30 años Los Jaivas y su antológico concierto
“Estoy seguro de que lloraré cuando toque en Machu Picchu”
“En 1981, a partir del éxito de Alturas de Machu Picchu, se produjo nuestra vuelta a América. Desde entonces estamos entre América y Europa”, nos dice Claudio Parra, el pianista de Los Jaivas, que participan en las celebraciones de Machu Picchu.
Autor: Gonzalo Pajares C.
“El mar crea seres contemplativos, melancólicos, y nos prepara para el cambio: el mar forma seres tanto apacibles como furiosos. Y, por eso, también nos enseña a respetar”, nos dice Claudio Parra, pianista de Los Jaivas. Fundado en los años 60, fueron pioneros del rock fusión y del jazz en esta parte del mundo. Sin embargo, su mayor éxito está ligado a Pablo Neruda, a Vargas Llosa y al Perú: la musicalización de Alturas de Machu Picchu, el poema de Neruda, y el especial que de él hiciera nuestro novelista le dieron al grupo fama universal. Con esta historia detrás participan, mañana y el viernes, en los festejos por el centenario de la llegada de Hiram Bingham al santuario inca. De yapa, este domingo se presentarán –desde las 3 p.m.– con Magaly Solier y otros artistas locales en el Parque de la Exposición.
¿LOS JAIVAS LO LLEVARON POR EL CAMINO DE LA MÚSICA POPULAR?
Empecé estudiando música clásica –me gustaban Stravinsky y Béla Bartók– pero, como era joven, me interesaba más la música contemporánea.
¿POR SUS ESTUDIOS SE SENTÍA MÁS MÚSICO QUE SUS COMPAÑEROS?
No. Era un músico más académico, pero esto tiene sus limitaciones. Cuando improvisábamos, mis compañeros autodidactas tenían mucha más libertad para crear. Cuando uno tiene una formación académica se enclaustra, se pone a pensar en las escalas, en las notas; en cambio, mis compañeros solo se dedicaban a crear, no se fijaban en esos detalles, no estaban parametrados por lo académico.
¿SON LOS JAIVAS UNA BANDA DE ROCK?
No. Siempre evitamos usar el término 'rock’, y cuando lo usamos ha sido para marcar una pauta generacional. Somos una banda de música, nunca nos gustó encasillarnos, siempre optamos por la libertad. Si escucha nuestros discos, notará que hay temas acústicos y eléctricos, folclóricos y rockeros. Siempre quisimos utilizar todos los elementos que la música nos daba.
APARECIERON EN UNA ÉPOCA DONDE AFLORAN TEMAS COMO EL LIBRE CONSUMO DE DROGAS, LA LIBERTAD SEXUAL…
En nosotros siempre hubo libertad e independencia: no todos andábamos haciendo lo mismo. Unos lo hicieron, otros no; unos más, otros menos; pero, sí, es cierto que estuvimos metidos en todo eso.
SE DECÍA QUE LA MARIHUANA TE ABRÍA LOS SENTIDOS, TE HACÍA MÁS CREATIVO…
Creo que sí, pero yo no probé drogas: mi droga era la música. Cuando me puse a estudiar música desarrollé todos mis sentidos, me empecé a dar cuenta de los mínimos detalles… pero algunos de mis compañeros desarrollaban eso con la ayuda de la marihuana. Fíjese que a mí me gustaba el ambiente de hierba, se producía una cosa muy agradable, había libertad, paz, entendimiento.
PRACTICARON LA VIDA EN COMUNIDAD…
Era una época de apertura de ideas: Mayo del 68, el 'hipismo’. La música estaba metida en todo: en la política, en el arte, en la búsqueda. Fue una época muy interesante, donde aparecieron corrientes como el ecologismo. Creo que los hippies fueron los primeros ecologistas, los primeros humanistas, al menos como entendemos a las humanidades ahora.
¿LA POLÍTICA SE METIÓ CON LOS JAIVAS O LOS JAIVAS SE METIERON CON LA POLÍTICA?
Hasta en eso dejamos amplia libertad, no nos gustaba decirle a la gente lo que tenía que hacer. Cada uno de nosotros tenía una visión personal de la vida y del mundo, pero no estábamos tan ideologizados. Eso sí, éramos consecuentes con lo que decíamos, predicábamos con el ejemplo. De Chile salimos por una razón profesional: fuimos de gira por Argentina y, luego, ya no quisimos regresar (risas). Era 1973, y Buenos Aires era la capital cultural de América, con una movida rockera superpotente. Era un mundo maravilloso. Estuvimos cuatro años, y en 1977 nos instalamos en París. De allí empezamos a movernos por toda Europa. En 1981, con el éxito de Alturas de Machu Picchu, se produjo nuestra vuelta a América. Desde entonces estamos entre América y Europa. De hecho, yo aún vivo en Francia.
NO CONOCIERON A NERUDA, ¿NO?
Así es. Nunca habíamos usado textos ajenos para nuestras canciones, nos enorgullecíamos de eso, de nuestra creatividad, pero luego de Alturas… empezamos a usar cosas de otros.
LOS POEMAS TIENEN SU PROPIO RITMO, SU MUSICALIDAD. ¿CÓMO MANEJARON ESE ELEMENTO?
Fue nuestro gran desafío: tuvimos que descubrir la musicalidad interna del poema. Y aunque había grabaciones de Neruda leyendo el poema, decidimos no escucharlas para tener el máximo de libertad.
¿CONOCÍAN MACHU PICCHU ANTES DE HACER LA CANCIÓN?
Tampoco.
ALTURAS DE MACHU PICCHU ES SU DISCO MÁS VENDIDO…
Así es. Y nada fue planificado, nunca pensamos que se iba a transformar en el fenómeno que es ahora. Es probable que pasemos a la historia por esta obra, aunque tenemos canciones como Hijos de la tierra y Todos juntos, que marcaron época.
ME ALEGRA QUE UN DISCO VINCULADO AL PERÚ SEA LA PRINCIPAL OBRA DE UN GRUPO CHILENO. ES UNA MANERA DE HERMANARNOS…
Así es. Puede ser un elemento más de confraternidad. Por eso es un honor y un sueño ser parte de la gran celebración de Machu Picchu. Nunca imaginé que iba a tocar en un lugar tan bello. Ya lo habíamos hecho en la Isla de Pascua, en el Valle de Elqui. Estoy seguro de que mañana y el viernes, cuando toquemos allí, voy a llorar."
(fuente: http://peru21.pe/)
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